Menudo pistoletazo de salida del segundo trimestre: el club entero se trasladó al Paintball de Los Palacios, donde tuvimos una verdadera batalla campal. Salimos a las 12 desde la Glorieta de las Cigarreras, donde se escuchaban ya los tambores de guerra. Tras una buena comida, para coger fuerzas, comenzó la lucha. Nos habíamos organizado en 10 batallones: el de los benjamines del Club (que conformaron un equipo sólido: estos chavales prometen), el equipo de los hombres de Ambrosio (destacó Sergio L, gran soldado), los tres equipazos de nivel 2 (Borja G, a pesar de ser un veterano, recibió varios balazos), los 3 grupos de valientes de nivel 3 (encabezados por los primos Fuertes, que hicieron honor a su apellido) y los dos equipazos de nivel 4 (destacó, como no podía ser de otra manera, Enrique P.). Tras tres horas de dura guerra, donde hubo de todo (sobre todo valentía a expuertas), se firmó por fin el armisticio. Pero se rumorea que la paz quizás no sea muy duradera. Quién sabe, lo mismo el año que viene, por estas fechas, nos volvemos a ver en el Paintball...