El grito de Arqueros retumbó este sábado varias veces en la ribera del Huéznar, una excursión de bicis en toda regla. Guiados por los Juárez, nos internamos en llanuras, espesuras, la negrura de un túnel (que atravesamos sin quitar el pie de los pedales) y casas abandonadas (sólo los más intrépidos). Algunos tuvieron que dejarse la piel, como Ignacio y Juan A., otros lucharon contra los cambios de marchas en la bici, como Juanjo, y hubo quien vino preparado para meterse en las frías aguas del río, como Javier y Jorge. En esta excursión hubo de todo (¡hasta pruebas de memoria donde destacó Juan R.!). Llegamos agotados a casa, pero tenemos toda una semana para recuperarnos para el siguiente sábado.